"Estandarte olvidado"
La capilla de la hacienda de Los Morales ubicada en la comunidad de La Labor, San Ignacio, es ahora el museo que resguarda el estandarte de la Virgen de Guadalupe que portaba el Insurgente José María González de Hermosillo, cuando combatió por la independencia de México.
González Hermosillo fue designado por Miguel Hidalgo para propagar la insurrección en las tierras sinaloenses, según narra Manolo Bastidas.
El cronista de San Ignacio explicó que las fuerzas insurgentes ocuparon El Rosario el 24 de diciembre de 1810 tras vencer a las fuerzas realistas del coronel Pedro de Villaescusa.
Luego, avanzaron hacia el norte con la intención de tomar Cosalá, así que atacaron San Ignacio el 7 de febrero de 1811, pero fueron derrotados.
Antes de huir, relata Bastidas, el insurgente se resguardó en la hacienda de La Labor, donde dejó olvidado una bandera y un estandarte por la huida tempestiva.
En 1890 la Hacienda de la Labor pasó a manos de don Braulio De Laveaga quien se tuvo que deshacer de ella en tiempos de la expropiación petrolera porque atravesaba una crisis financiera, la cual le adjudicó al estandarte.
"Un día un criado encuentra en un cuarto olvidado el estandarte de la Virgen, entonces don Braulio pensó que el tener arrumbada a la Virgen era lo que le trajo mala suerte", explicó.
Debido a eso, mandó construir una pequeña capilla que viera hacia la hacienda para poner ahí el estandarte. Capilla que ahora es el museo de La Labor.
El encargado del museo, Hector Morales Figueroa, indicó que muchas personas del pueblo y aledaños acuden el 12 de diciembre a llevarle serenata con la banda o flores.
La capilla de la hacienda de Los Morales ubicada en la comunidad de La Labor, San Ignacio, es ahora el museo que resguarda el estandarte de la Virgen de Guadalupe que portaba el Insurgente José María González de Hermosillo, cuando combatió por la independencia de México.
González Hermosillo fue designado por Miguel Hidalgo para propagar la insurrección en las tierras sinaloenses, según narra Manolo Bastidas.
El cronista de San Ignacio explicó que las fuerzas insurgentes ocuparon El Rosario el 24 de diciembre de 1810 tras vencer a las fuerzas realistas del coronel Pedro de Villaescusa.
Luego, avanzaron hacia el norte con la intención de tomar Cosalá, así que atacaron San Ignacio el 7 de febrero de 1811, pero fueron derrotados.
Antes de huir, relata Bastidas, el insurgente se resguardó en la hacienda de La Labor, donde dejó olvidado una bandera y un estandarte por la huida tempestiva.
En 1890 la Hacienda de la Labor pasó a manos de don Braulio De Laveaga quien se tuvo que deshacer de ella en tiempos de la expropiación petrolera porque atravesaba una crisis financiera, la cual le adjudicó al estandarte.
"Un día un criado encuentra en un cuarto olvidado el estandarte de la Virgen, entonces don Braulio pensó que el tener arrumbada a la Virgen era lo que le trajo mala suerte", explicó.
Debido a eso, mandó construir una pequeña capilla que viera hacia la hacienda para poner ahí el estandarte. Capilla que ahora es el museo de La Labor.
El encargado del museo, Hector Morales Figueroa, indicó que muchas personas del pueblo y aledaños acuden el 12 de diciembre a llevarle serenata con la banda o flores.
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